Como los niveles elevados de azúcar en sangre dañan los tejidos y promueven el envejecimiento

Médicos y expertos en nutrición siguen alertando de los peligros del azúcar. En España el consumo diario de este endulzante de origen natural triplica las cantidades recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. La ya considerada como “droga del siglo XXI” causa daños en los tejidos y acelera el envejecimiento. ¿Estamos ante un nuevo enemigo invisible?

El azúcar es ya un problema económico

El exceso en el consumo de azúcar se ha convertido en un motivo de preocupación económica. Los problemas de salud que se derivan de este hábito cuestan millones de euros a la economía. Y es que la ingesta de azúcar no ha hecho más que aumentar en los últimos años. Pero, ¿en qué consiste exactamente el exceso de azúcar en sangre?

 La hiperglucemia es el término médico que se utiliza para hacer referencia a altas concentraciones de azúcar en el torrente sanguíneo. Esta dolencia ocurre bien cuando nuestro organismo es incapaz de fabricar insulina (diabetes tipo 1) o bien en el momento en que éste no responde adecuadamente a la insulina (diabetes tipo 2). En este sentido, nuestro cuerpo necesita de la insulina para que el azúcar sea utilizado como energía por las diferentes células del cuerpo. En las personas con diabetes, la glucosa se acumula en la sangre, provocando hiperglucemia.

El riesgo de tener un alto nivel de azúcar en sangre

Tener demasiado azúcar en sangre durante largos periodos de tiempo causa graves problemas en la salud. La hiperglucemia daña los vasos sanguíneos, por lo que incrementa el riesgo de padecer problemas de corazón, accidentes cerebrovasculares, enfermedades renales y problemas en la vista. De igual modo, el azúcar es capaz de afectar a los tejidos y acelerar el envejecimiento del cuerpo. De hecho, algunos expertos aseguran que el 25% de las arrugas están producidas por la glicación en la que el exceso de azúcar es el principal responsable.

El grave problema en este sentido es el azúcar que no se ve. Cada vez existen más alimentos ultraprocesados que incluyen este endulzante entre sus ingredientes. Por este motivo, consumimos mucho más azúcar oculto del que creemos. Lo triste es que hay sacarosa en casi todos los alimentos, incluso en los más insospechados como, por ejemplo, los supuestamente sanos. La solución a esta situación es el regreso a la alimentación más tradicional y a los cultivos ecológicos. La industria nos quiere enganchados al azúcar. Sin embargo, nuestra salud es la que sufre las consecuencias. No caigas en la trampa de este enemigo invisible.