Uso de la Homeopatía para tratar trastornos digestivos

La homeopatía puede ser altamente efectiva en el tratamiento de trastornos digestivos agudos como la gripe estomacal, la diarrea o el estreñimiento y en trastornos digestivos crónicos  como la enfermedad inflamatoria intestinal o las hemorroides. 

Los remedios homeopáticos cuando se aplican correctamente, y especialmente cuando se combinan con cambios dietéticos y suplementos adecuados, pueden ser curativos.

A continuación se encuentran algunas de las afecciones digestivas más comunes y algunos de los remedios más útiles para su tratamiento.

• El estreñimiento: Algunos remedios para el estreñimiento severo incluyen Alumina, Opium y Plumbum. Los pacientes que necesitan estos remedios son casi imposibles de tratar con tratamientos básicos.

 Otros remedios para tratar el estreñimiento menos severo incluyen Carcinosin, Nat mur, Sepia Officinalis y Silica.

•  La diarrea: Los remedios para la diarrea incluyen: Aloe, Arsenicum album, Baptisia, China rubra, Mercurius vivus, Natrum sulphuricum, Podophyllum y Veratrum album. 

• Los  remedios para la gastroenteritis ("gripe estomacal") incluyen el Arsenicum album y el  Veratrum album. Cuando los pacientes tienen diarrea y vómitos, Arsenicum album es el remedio más indicado. Una dosis de este remedio en cualquier potencia puede detener rápidamente la gastroenteritis.

• Hemorroides: Existen numerosos remedios para las hemorroides, pero los dos más comunes  son Aloe y Hamamelis virginica.

• La enfermedad inflamatoria intestinal (EII): Para determinar el mejor tratamiento para esta dolencia se debe averiguar exactamente cómo se manifiesta la EII en la persona y encontrar un remedio que coincida con su caso concreto.

 ¿Qué potencia homeopática se debe tomar?

Cualquier potencia se puede usar para tratar cualquier condición, ya sea aguda o crónica. Cuanto menor es la potencia de un remedio, menos poderoso es el efecto y más rápido desaparece.

Como regla general, las potencias 6CH y 12CH se recetan para tomarse diariamente o cada pocos días. El efecto de las potencias 30CH puede durar de días a semanas, mientras que las potencias de 200CH y superiores pueden mantenerse activas en el cuerpo durante semanas o meses.

Normalmente se empieza con potencias más bajas y se van aumentando con el tiempo si es necesario.

El efecto de un remedio homeopático puede ser más corto en pacientes con enfermedad aguda que aquellos que padecen una condición debilitante crónica o aquellos que experimentan un estrés físico o emocional intenso. Por ejemplo, la potencia 30CH de un remedio puede necesitar repetirse diariamente durante unos pocos días en una infección aguda del tracto digestivo; sin embargo, un remedio en la potencia 30CH puede mantenerse activo en una persona con una condición crónica durante semanas o meses.

Si no se tiene plena confianza en la selección del remedio homeopático, es mejor no decantarse por las potencias de 200CH  y superiores, ya que pueden tener un poderoso impacto tanto en el cuerpo como en la mente; siempre es mejor probar las potencias de 12CH o 30CH. 

Hay que tener en cuenta que estas potencias más bajas son tan débiles que es posible que no logre cambios significativos, especialmente en casos crónicos. En estos casos se deberá tener un poco de paciencia para notar resultados importantes.

 Sin embargo, si hay una necesidad urgente  y seria, independientemente de si la condición es aguda o crónica, la persona se encuentra en la situación apropiada  para recibir una potencia más alta,  por ejemplo de 200CH. Con esta potencia se podrá lograr una recuperación rápida de los síntomas. 

¿Cómo sabemos cuándo volver a tomar la dosis? Como regla general, el remedio se puede repetir cuando los síntomas comienzan a regresar.

Sin embargo, es tan importante escoger el remedio y la potencia idónea como  conservar tus remedios homeopáticos en condiciones óptimas. Por tanto, es recomendable guardarlos en un lugar que se encuentre protegido de factores externos o hacer uso de un estuche homeopático.