Remedios homeopáticos para la varicela y el sarampión

Publicado por: Angel Salazar En: HomeoBlog En: martes, abril 10, 2018 Comentario: 0 Hits: 11563

La varicela y el sarampión suelen ser enfermedades que afectan en la infancia. Normalmente nuestros peques no están preparados para soportar sus síntomas y lo pasan un poco mal. Por eso, cualquier ayuda es poca para aliviarles el malestar  y  hacer que mejoren lo antes posible.

Seguidamente os enumeramos algunos remedios homeopáticos para que podáis incorporarlos al tratamiento de cada una de las enfermedades.
Como veréis, algunos de los remedios son utilizados en ambos casos, pero para tratar síntomas diferentes que son propios de cada una de las enfermedades.

Homeopatía para la varicela

Aconitum: Este remedio se debe considerar en las etapas iniciales de la varicela cuando hay fiebre, inquietud y aumento de la sed.

Antimonium crudum: Lo más característico de estos niños es que tienen la lengua blanquecina. También cuando los niños tienen granos y pústulas que pican, especialmente después del baño o cualquier exposición al agua, por la noche y del mismo calor de la cama. 

 Apis: Indicado para los niños que tienen picazón y el inicio de los granitos propios de la varicela. También pica más con el calor y mejoran en habitaciones más frescas.

 Belladona: Este remedio es para cuando la varicela provoca dolor de cabeza intenso, cara enrojecida, piel caliente y no pueden dormir bien.

Rhus Toxicodendron: Este es el remedio más común para la varicela. Puesto que es el indicado para niños muy inquietos. Estos niños experimentan picazón intensa, porque tienden a rascarse. Suelen notar el picor especialmente por la noche.

 Homeopatía para el sarampión

Aconitum: Este remedio es para la aparición repentina de una erupción con fiebre. Los niños generalmente tienen mucha sed. Aconitum solo es apropiado durante las etapas iniciales de esta enfermedad.

Belladona: cuando los niños experimentan una aparición repentina de fiebre alta. Tienen la cara sonrojada y los labios enrojecidos. Estos niños suelen tener la cabeza caliente y las extremidades frías. 

Esta fiebre provoca un calor seco, es decir, sin transpiración. 
Estos niños tienden a tener un pulso fuerte. 
Por la noche, la temperatura les aumenta, haciendo que el pequeño se encuentre más agitado y pueda llegar a tener alguna alucinación o delirio.

Pulsatilla: Apropiado para aquellos niños que experimentan escalofríos por la fiebre. Se sienten peor con el calor y quieren aire fresco, sin embargo, necesitan estar cubiertos adecuadamente. 
Tienen la cara enrojecida y no tienen sed.

Esperamos que os sean útiles estos remedios homeopáticos y podáis aliviar un poquito el malestar de vuestro peque.

Para poder guardar tus tubos de homeopatía te recomendamos los estuches homeopáticos que los protegen de los agentes externos y de las temperaturas extremas.

 

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