Recomendaciones dietéticas para las personas con diabetes

La diabetes es un trastorno del metabolismo con aumento de la glucosa en sangre y eliminación de la misma en orina. Se produce por falta de insulina, hormona necesaria para la entrada de glucosa en las células, donde se transforma en energía en las mitocondrias, y la glucosa se queda en la sangre con valores por encima de 120mg/100ml.

Respecto a las pautas dietéticas a seguir, el primer objetivo será hacer bajar la glucosa en sangre y regular el metabolismo. Mediante una dieta adecuada se pretende mantener un buen estado de salud y de nutrición, apropiado para atender sus actividades habituales y con un peso cercano al ideal.Con ello, también controlaremos y retrasaremos las posibles complicaciones que puedan surgir debido a la diabetes.

Para lograrlo seguiremos las siguientes pautas:

Ajustar el aporte energético a las necesidades del enfermo, de modo que se mantenga en su peso ideal. La mayoría de personas diabéticas en sus inicios, suelen tener sobrepeso, por lo que la dieta, al menos en un principio, será hipocalórica.

Las proteínas deben ser de buena calidad y en cantidad levemente superior a la adecuada en las personas sanas. Con ello se quiere asegurar el balance normal de nitrógeno, sin que nos afecte la posible deficiencia calórica de la dieta. Se recomienda aproximadamente 1,3 g/kilo de peso ideal al día.

Se aconseja restringir los hidratos de carbono de la dieta habitual del adulto, sin que sea inferior a 125-150 gramos diarios, pues entonces hay riesgo de que se quemen grasas y se produzcan cuerpos cetónicos (acetona).

Pero ¿qué son los cuerpos cetónicos?

Cuando no hay suficiente glucosa, las células del cuerpo utilizan la grasa para generar energía, como residuo de esta metabolización se crea el ácido acético, el cual puede causar intoxicación, abatimiento y debilidad del sistema circulatorio, hasta generar un coma diabético en casos de intoxicación extrema.

Por tanto, sí consumiremos cierta cantidad de hidratos de carbono pero reduciendo al máximo aquellos que son de absorción rápida y tomaremos hidratos de carbono de liberación lenta para evitar los picos de hiperglucemia.

Deben eliminarse los alimentos que aportan mono y disacáridos: azúcar blanco e integral, miel, dulces, pasteles, bebidas azucaradas y alcohólicas, que tienen índice glucémico alto, es decir, aumentan rápidamente los niveles de glucosa en sangre.

En cambio, se recomienda el consumo de alimentos ricos en almidón o polisacáridos: hortalizas y verduras, cereales integrales, legumbres, pan integral, pastas, macarrones y espaguetis integrales.

Son alimentos con un índice glucémico bajo, las legumbres como las lentejas, judías secas, soja y garbanzos, los cereales integrales como el centeno y avena, las frutas como pomelos, ciruelas, cerezas, peras y manzanas y todas las hortalizas y verduras, excepto chirivías, zanahorias, patatas y remolachas.

Si la dieta no es la adecuada la persona adelgaza, porque primero va a transformar las grasas en glucosa y más tarde también las proteínas, o sea, la propia musculatura.

También es importante reducir el consumo de grasas saturadas; lácteos completos, carnes, y reemplazarlo por alimentos ricos en grasas mono y poliinsaturadas: aceites de primera presión en frío, pescados, etc.

Esperamos que estos consejos te resulten útiles y te ayuden a elaborar tus platos con la seguridad y tranquilidad que te aporta el saber que estas cuidando tu salud.

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