Homeopatía en las enfermedades Infecciosas

Según Louis Pasteur, los gérmenes pueden no ser la causa de la enfermedad, sino que probablemente son el resultado de una enfermedad. 

En otras palabras, varias bacterias y otros organismos infecciosos pueden estar presentes cuando existe algún tipo de enfermedad, pero la infección tiende a establecerse principalmente cuando las defensas propias de una persona están lo suficientemente comprometidas como para hacerlo susceptible a la infección.

Cuando se experimenta una infección, la mayoría de las personas piensa que es mejor tomar un antibiótico para la infección bacteriana y un medicamento antiviral para la infección viral. Sin embargo, existen algunos inconvenientes. Además de los diversos efectos secundarios que causan y de las situaciones en las que no son efectivos, debe tenerse en cuenta que incluso cuando son efectivos, su uso tiende a aumentar las posibilidades de que los agentes infecciosos se adapten al medicamento, reduciendo así la posibilidad de que sean efectivos en el futuro.

En lugar de tratar de atacar un agente específico, otra estrategia para restablecer la salud es intentar estimular el propio sistema inmunológico y de defensa de una persona, que en última instancia es el enfoque comúnmente utilizado con los medicamentos homeopáticos.

La mayoría de las personas hoy en día no saben que la homeopatía ganó su mayor popularidad en Europa y América a mediados y finales de 1800, principalmente debido a los éxitos significativos que logró en el tratamiento de personas afectadas por las epidemias de enfermedades infecciosas que asolaron durante esa época: el cólera, la fiebre tifoidea, la fiebre amarilla y la escarlatina fueron algunas de las enfermedades infecciosas en las que los medicamentos homeopáticos fueron excepcionalmente efectivos en el tratamiento.

Estas medicinas naturales no fueron efectivas porque "atacaron" al agente infeccioso, sino porque estimularon el propio sistema inmune y de defensa del cuerpo para defenderse y curarse a sí mismo.

¿Cuál es el medicamento homeopático ideal?

No existen medicamentos homeopáticos específicos que se consideren más efectivos que otros para aumentar el sistema inmunitario de una persona. 

Se cree que cada medicamento homeopático es eficaz cuando se prescribe adecuadamente. El truco es encontrar la medicina homeopática correcta que se ajuste al patrón único de síntomas de la persona.

Por ejemplo, Arsenicum album  es una medicina homeopática muy común. Existen numerosas afecciones agudas y crónicas para las que es eficaz en el tratamiento, que van desde la intoxicación alimentaria, los trastornos digestivos, la fatiga, diversos estados de ansiedad o el asma y el insomnio. 

Arsenicum album  no es efectivo porque tiene propiedades antibióticas o efectos estimulantes o sedantes. Es efectivo según los principios homeopáticos básicos porque tiene la capacidad de curar los patrones específicos de síntomas que se sabe que causan si se toman en grandes dosis. 

Por tanto, no será eficaz en el tratamiento de una persona cuyos síntomas no coincidan con los síntomas que se sabe que causa el arsénico.

Esperamos que este artículo te ayude a conocer un poco más a fondo, el campo de la homeopatía. 

Si ya utilizas de forma habitual medicamentos homeopáticos, te recomendamos guardar los tubos de homeopatía en estuches homeopáticos  que los van a proteger de los agentes externos y de las temperaturas extremas.